Mussol ofrece lo mejor de las masías catalanas en pleno centro de Barcelona. Especialistas en comida a la brasa, tienen una carta amplia y variada en la que destacan las carnes y la cocina de temporada.
Hay platos para todos los gustos y su punto fuerte son las especialidades a la brasa. Se pida lo que se pida, hay que acompañarlo con el pan de coca de Vic, que se sirve tostado y con tomate y aceite, auténticamente irresistible.
Para los amantes de la carne, nada mejor que una buena parrillada con patatas al caliu. Como en todos los restaurantes, se puede pedir la carne tan hecha como se desee. Lo curioso es que aquí lo indican con pequeños mussols (búhos) pinchados en la carne. Un búho marrón oscuro indica que está muy hecha; marrón claro, que está poco cocinada; y rojo, que está al punto.
Y los que prefieran algo más ligero, la parrillada de verduras o las berenjenas a la brasa con parmesano son una buena elección. También merecen especial mención la brocheta de cordero y pollo con patatas y champiñones.
No hay que olvidar tampoco la cocida popular de temporada. Del 6 de mayo al 7 de junio se pueden pedir caracoles con sal y pimienta o cocinados al estilo Mussol, con picadillo de chorizo, tomate y mucha sal. Un auténtico placer para el paladar. Del 26 de enero al 28 de febrero, la carta incluye calçots, y del 25 de octubre al 28 de noviembre es el momento de degustar un buen revuelto de setas. Otro plato típico que levanta pasiones son los pies de cerdo con patatas caliu.
De postre, hay que destacar el carpaccio de piña con mousse de crema catalana y, para los grandes amantes del cacao, el pecado de chocolate. Con la típica crema catalana siempre se acertará.